Manifestacíones en el Tibet
Intentemos darle un poco de luz al conflicto y aclarar que ha pasado sin entrar en debates de quien tiene la razón.
Recordando el 49ª aniversario del fallido intento de Secesión del Tíbet y, el consiguiente exilio del Dalai Lama desde el Tíbet hacia la India y, aprovechando la coyuntura política internacional que tiene puesta la lupa encima de China, 600 monjes marcharon el lunes 10 de marzo en una protesta pacífica reclamando la independencia del Tíbet. El gobierno chino actuó con dureza para acabar con estos altercados y, en consecuencia el día siguiente se organizó una manifestación multitudinaria bajo el mismo lema y pidiendo la liberación de los monjes arrestados. Estos acontecimientos originaron la crisis en el Tíbet que se ha ido expandiendo a las provincias limítrofes como Sichuan, Qinghai y Gansu donde hay una gran representación de población tibetana. Gracias a la superioridad tanto poblacional como militar, Beijing ha podido poner fin a estas revueltas no sin perder la cara frente a las autoridades internacionales. Pero de la misma forma ha demostrado que la separación por vía de revuelta es prácticamente inviable.
La política oficial china defiende que: “cualquier intento secesionista para sabotear la estabilidad del Tíbet no contará con el apoyo del pueblo y estará condenado al fracaso”, afirmó Qiangba Puncog, presidente de la región autónoma del Tíbet, en una conferencia de prensa celebrada hoy lunes en Beijing. La cadena de televisión “Hong Kong Cable TV” informó de que doscientos vehículos militares, cada uno con aproximadamente cincuenta soldados, entraron ayer en el centro de Lhasa. Altavoces en las calles avisaban a la gente: "Distinguid entre amigos y enemigos, mantened el orden, oponeos firmemente a la violencia y conservad la estabilidad". Doje Cezhug, alcalde de Lhasa, aseguró que la región autónoma estaba en calma. "No hemos declarado la ley marcial, la situación en general en Tíbet es buena en estos momentos", señaló en la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, que acaba mañana en Pekín.
Por otro lado, tanto el Dalai Lama como los miembros de su gobierno en el exilio, se desentienden de estas revueltas y las justifican como un despertar del pueblo tibetano contra tantos años de ocupación china que esta acabando con la cultura tibetana.
Y yo me pregunto: ¿realmente cuál es el problema?
Es más que evidente que cualquier chino te dirá que el Tíbet les pertenece, es también evidente que cualquier tibetano te dirá que nada más lejos de la realidad, mi idea no es juzgar quien dice lo cierto, me guardo mi opinión, pero si me gustaría resaltar que quiere cada uno. Si los tibetanos desean vivir bajo unas tradiciones culturales y unos niveles de vida equiparables a la edad media y de esa forma son felices tendría que ser respetable. No hay ninguna necesidad por parte del gobierno chino de "bombardearlos con modernidad", los chinos deberían de centrarse en conseguir aquello que desean: recursos acuíferos (Tíbet es la cuna de los ríos más importantes de Asia) y recursos minerales dejando de influenciar en la política de una región que por definición debería ser "autónoma".
Lo que es evidente es que están encaminados a no entenderse nunca.
Consultar las siguientes webs:
http://www.spanish.xinhuanet.com/spanish/2008-03/17/content_597884.htm
http://www.abc.es/20080317/prensa-internacional-asia/dalai-lama-pide-investigacion_200803170246.html
http://www.elnuevoherald.com/209/story/176167.html
ttp://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=491728&idseccio_PK=1007&h=
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