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China pone en marcha una Contrarrevolución Cultural

Escondidos en su oficina con vistas a campos de trigo, Wang y Jia aprovechan los ratos libres para estudiar inglés o entretenerse con el último videojuego on-line. Tienen la mesa cubierta de papeles y una enorme pila de documentos que tapan sin querer la tabla oficial de pensiones de jubilación, enganchada con celo en la pared. A pesar de su corta edad, esta pareja de universitarios veinteañeros ocupan el cargo de asistentes del gobernador local cun guan y son dos de las personas más influyentes en la pequeña aldea de campesinos de Xiangying, a unos 100 kilómetros de Pekín.

"Aquí todos nos respetan porque tenemos estudios y conocimiento", dice Jia, una joven de Sichuan, que estudió Medicina en Pekín. Este es el segundo año que Jia ejerce de cun guan, gracias a un programa que permite a los recién licenciados trabajar durante tres años en el Gobierno local de una zona rural. Igual que hizo Mao Zedong durante la Revolución Cultural, el Gobierno chino ha empezado a enviar a miles de estudiantes a las zonas rurales del país. Pero no para que aprendan de los campesinos, como deseaba el líder comunista, sino para que actúen de puente entre el campo y la ciudad y colaboren a mejorar el bienestar de los más de 730 millones de personas que forman la población rural.

El Gobierno chino quiere con esta medida dar una solución al paro universitario.

"Como dijo el camarada Mao, hay mucho que hacer en el campo", explica Wang, licenciado en Derecho, evocando su programa Shang Shan Xia XIang (sube montañas y desciende a los pueblos), que envió a 17 millones de estudiantes al campo entre 1968 y 1980. Actualmente hay alrededor de 20.000 universitarios en toda China participando en el programa de cun guan, puesto en marcha en 2006.

El Gobierno chino quiere ampliar el total a 100.000 en 2012 como una de las soluciones alternativas al creciente paro universitario derivado de la crisis. Está previsto que este año se gradúen 6,1 millones de estudiantes en China, a los que hay que sumar un millón de licenciados que no encuentran trabajo desde el año pasado.

"Esto es como estar de vuelta en la Universidad", dice Wang. Los 45 cun guan del condado de YanQing, al que pertenece Xiangying, residen en el mismo dormitorio, adosado al Gobierno local, un edificio blanco de estilo neoclásico, un pegote kitsch entre los campos de trigo seco y las casas de ladrillo de los campesinos.

"La mayoría nos pide consejos básicos, cómo denunciar a alguien o qué ordenador comprar"

Los cun guan cobran entre 2.000 y 3.000 yuanes al mes (entre 220 y 330 euros) y parte de su trabajo depende de lo que han estudiado. Jia, experta en medicina preventiva, colabora en el dispensario de Xiangying, animando a los campesinos a tomarse la presión sanguínea o a vacunarse. Wang se ocupa de la mediación de conflictos entre los lugareños, la mayoría relacionados con expropiaciones forzosas o con la administración de los derechos de uso sobre la tierra. Con el objetivo de mejorar el bienestar de la población rural, el Gobierno chino acaba de poner en marcha un ambicioso plan de reforma agraria, que en teoría permite a los campesinos vender o hipotecar los derechos de uso sobre la tierra para poder aumentar la extensión de sus cultivos y modernizar la agricultura.

Una de las funciones básicas del cun guan es supervisar la puesta en práctica de políticas estatales. "La mayoría de aldeanos nos piden consejos de sentido común, desde qué ordenador comprar a cómo denunciar a un vecino", dice Zhang, un cun guan de Hebei, licenciado en Empresariales. "Pero también tratamos de explicar a los campesinos cómo diversificar las cosechas y hacerlas más rentables", añade Zhang, mostrando el mapa colgado en la sala de juntas, que muestra la reestructuración de los cultivos del condado, previstos para 2020: la mayor parte de los campos de cereal desaparecerán en favor de cultivos de fruta y verdura o terrenos forestales.

Estimular el turismo rural y cultural

También hay planes para estimular el turismo rural y cultural. Uno de los proyectos fue la restauración de una antigua torre de vigilancia de la dinastía Ming, cercana a la Gran Muralla, para atraer al turismo de la cercana capital.

Según el informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) publicado en marzo, China necesita diversificar su economía en las zonas rurales para poder dar empleo a los más de 20 millones de inmigrantes que han perdido su empleo con la crisis y se ven forzados a regresar.

Aparte de los cun guan, el Gobierno también quiere promover el desplazamiento de miles de estudiantes a las escuelas públicas rurales para que ejerzan de profesores, en especial en las provincias más pobres, como Xinjiang, Gansu o Tíbet.

"No es un programa muy popular", explica Hu Ran, ex compañera de carrera de Wang, que ha venido desde Pekín a visitarle. Los más interesados en el programa de cun guan suelen ser los universitarios con peores notas, sin opción a ampliar sus estudios de posgrado, o los que suspenden las oposiciones para ser funcionarios.

"Pensaba que no me acostumbraría a vivir aquí", explica Lin Na, otra de las cun guan de YanQing, licenciada en Relaciones Internacionales. Lin admite que su trabajo es bastante aburrido pero al menos aquí puede disfrutar de más días de cielo azul, tiene un seguro médico y otras ventajas sociales cubiertas que no tendría si estuviera en paro o trabajando para una empresa privada. Pero para la joven, el principal motivo para ser cun guan es que cuando termine el plazo obtendrá el permiso de residencia de Pekín y podrá optar a una plaza fija de funcionaria. "Yo lo que quiero es tener un trabajo estable", reconoce Lin.

1 comentario

Tunez -

Habra que ver en que termina todo esto, porque cuando China se ponga manos a la obra, habra que echarse a temblar con todo lo que pueda pasar.