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Política Interna.

China, un renacimiento en tres tiempos

Adjunto artículo de Xulio Rios sobre el desarrollo chino del siglo XX.

El proceso que vive China desde diciembre de 1978, cuando el PCCh decidió dar vía libre a la actual política de reforma y apertura, tiene una doble dimensión. En primer lugar, es tal su significación que ha abierto un nuevo capítulo en la historia de China, con la potencialidad suficiente para conducirla a su pleno renacimiento. A la caída del imperio en 1911, le sucedió un periodo repleto de vicisitudes, invasiones y rivalidades, guerras civiles incluidas, que, en teoría y según la interpretación al uso, finalizó en 1949, con la proclamación de la Nueva China por Mao Zedong. No obstante, quizás fuera apropiado alargar hasta 1978 ese período de turbulencias iniciado en 1911 y que, en esencia, se caracterizó por la búsqueda, en dos tiempos, de aquella fórmula que debía permitir a China encontrar el camino de su resurgir.

El PCCh debe encarar en los próximos años las pruebas más duras de su supervivencia política

En cierto sentido, episodios como el Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural se explican no sólo por el reconocido deseo de abrir en Asia un proceso diferente al impuesto por el socialismo soviético, sino que responden a ese tanteo con la historia, inestable, para dar con el sistema llamado a finiquitar varios siglos de decadencia. Así pues, 1978 y no 1949 quizás debiera ser la fecha que marca el inicio del renacimiento, cuyas bases parciales fueron puestas primero en 1911 y después en 1949, pero que, en ambos casos, zozobraron con episodios desestabilizadores de similar calibre a los vividos con posterioridad al derrumbe de la monarquía feudal.

En segundo lugar, la política china a partir de 1978 se caracteriza por la progresiva sustitución de las vigas del maoísmo, cuya característica más sobresaliente consistía en la abrupta ruptura con el mundo confuciano que, ahora, vuelve otra vez por sus fueros. A diferencia del periodo comprendido entre 1949 y 1978, la China actual tiende puentes con la China de siempre, a sabiendas de que en su interior perviven valores y actitudes que contribuyen, desde la ética y la moral, a organizar la sociedad de forma estable, aun cuando la vida económica del presente guarde, a simple vista, poca relación con la China milenaria.

En el ámbito socio-político, la promoción de la armonía y del gobierno de la virtud, la exaltación de la familia y de los valores tradicionales, constituyen una base aparentemente más sólida y socialmente interiorizada que los principios marxistas que, formalmente, aún abandera el PCCh, pero también mucho más aceptables a priori que nuestros valores liberales y "universales".

En esa doble apreciación tenemos los fundamentos de esta nueva China de la reforma, llamada a ser poderosa. Para entenderla habrá que releer a Confucio, especialmente si queremos acertar en el tratamiento de todas las facetas relacionadas con su emergencia y profundizar en la configuración de unas relaciones estables y de largo plazo, que, por definición, no pueden prescindir ni de la historia ni de la cultura, aspectos ambos de un calado infinitamente superior al señalado por factores tecnológicos, defensivos o estrictamente económicos.

Esa apuesta por el entendimiento cultural debe ser el fundamento también para comprender y gestionar su actual nacionalismo y, sin pecar de soberbia pero tampoco de ingenuidad ni pasando por alto los muchos siglos que China ha dominado el mundo, haciendo acopio de modestia, establecer un diálogo en pie de igualdad que pueda evitar cualquier hipótesis de exacerbamiento que le invite a perseguir la hegemonía a toda costa.

El camino seguido por China a partir de 1978 constituye un ejercicio de transformación verdaderamente admirable, no sólo por la evidente mutación operada en la economía y la sociedad, sino, especialmente, por la capacidad camaleónica del PCCh para ajustar su enfoque en función de las necesidades, sin renunciar del todo a nada, pero plasmando en la práctica no sólo un renacimiento económico capaz de asombrar al mundo, sino una actualización cada vez más notoria de la propia identidad cultural del país que el maoísmo había despreciado, culpándola de todos los males de la nación.

Formalmente hablamos del mismo partido que derrotó al poderoso Kuomintang, pero en la práctica, 30 años después, el tiempo le ha pasado factura. Tanto es así que la legitimidad originaria, maoísta, ha venido perdiendo fuerza desde 1978, a medida que el PCCh ha vertebrado una nueva legitimidad basada en el desarrollo y, ahora mismo, ensaya de forma limitada una democracia que le permita superar incólume sus mayores desafíos (entre ellos, la corrupción) y sortear las críticas internacionales por su mal disfrazada ambigüedad. Comunista o confuciano, el PCCh, con una generación al frente que a partir de 2012 podrá conducirse ya sin las ataduras limitantes dispuestas por Deng Xiaoping al inicio del proceso, debe encarar en los próximos años las pruebas más duras de su supervivencia política.

Para ellos es de prever que Mao, como Sun Yat-sen, el fundador de la República, quede en otro buscador de caminos. Quien realmente lo encontró fue Deng y aquellos que, como Liu Shaoqi y tantos otros, ya defendían estas políticas en tiempos del maoísmo. Lo que a algunos, no lo olvidemos, les costó la vida.

 

Hu Jintao celebra el 30 aniversario del inicio de las reformas económicas

El presidente chino, Hu Jintao, conmemoró ayer el 30º aniversario del inicio de las reformas económicas con un discurso en el Gran Palacio del Pueblo, en el que aseguró que China continuará abriéndose al mundo, pero quebró cualquier esperanza de que el país camine hacia la pluralidad democrática.     

"No hay camino de vuelta atrás para nosotros. (...) Sólo el desarrollo tiene sentido", dijo el mandatario en la sede de la Asamblea Popular Nacional, en Pekín, ante miles de miembros del Partido Comunista Chino (PCCh).

Hu afirmó que el Gobierno proseguirá con las reformas lanzadas hace tres décadas por Deng Xiaoping (1904-1997), que han convertido China en la cuarta economía mundial, la han situado entre las grandes potencias diplomáticas y le han permitido sacar a cientos de millones de personas de la pobreza. A cambio, sin embargo, las desigualdades sociales, la corrupción y la degradación medioambiental han alcanzado cotas alarmantes. "Centrarnos en el desarrollo económico es la clave para el rejuvenecimiento del país. Es el imperativo fundamental para lograr la prosperidad, y una paz y estabilidad duraderas", señaló.

En un discurso entrelazado con referencias al marxismo y las teorías socialistas, Hu celebró los logros de estas tres décadas, y lanzó un mensaje tranquilizador sobre la crisis económica. Dijo que las medidas adoptadas para reactivar la economía están funcionando; una declaración que trasluce la preocupación que late en el Gobierno sobre el impacto que el cierre de miles de fábricas, debido a la menor demanda extranjera, está teniendo sobre el empleo.

Pekín ha advertido que el paro va a crecer en los próximos meses, lo que supone una fuente potencial de protestas y una seria amenaza para la estabilidad social. Tras cinco años seguidos con cifras de crecimiento de la economía superiores al 10%, se prevé que este año y el que viene las subidas sean de un solo dígito.

El PCCh ha basado, en buena medida, su legitimidad en la capacidad de suministrar prosperidad. Pero una crisis pronunciada podría hacerle perder el apoyo con el que cuenta entre una población totalmente despolitizada, a la que, prácticamente, lo único que preocupa es avanzar económicamente. De ahí su obsesión por la paz social, y su negativa a acometer cualquier liberalización democrática que pueda entorpecer el desarrollo económico.

"Sin estabilidad, no podemos hacer nada, y perderemos todo lo logrado", advirtió Hu. Y dejó claro que el PCCh continuará sujetando con firmeza las riendas del poder para mantener el difícil equilibrio entre las reformas económicas y el control político. "Necesitamos utilizar como referencia los frutos beneficiosos de la civilización política alcanzada por el ser humano, pero de ningún modo copiaremos el modelo de sistema político occidental".

"Debemos ser conscientes de que nuestro país se encuentra aún en una etapa primaria de socialismo, y que seguirá en ella durante mucho tiempo", subrayó Hu para indicar que China tiene mucho camino por delante y enormes desafíos a los que enfrentarse.

         La democracia que tanto ansia occidente que se instaure en China, es un concepto que esta demasiado alejado de las necesidades que el gobierno chino considera como prioritarias, en caso de que algún día llegue, no será por una imposición exterior, sino debido a una maduración de las bases democráticas. Este futuro todavía esta muy lejos.

El ascenso pacífico de China

Adjunto artículo de opinión de TIMOTHY GARTON ASH

Ahora que conmemoramos el trigésimo aniversario del inicio de las reformas económicas chinas que iban a cambiar el mundo y que emprendió Deng Xiaoping, tengo que volver a la pregunta de los 65 trillones de dólares sobre el ascenso pacífico de China. Algunas reacciones a los artículos que escribí recientemente desde dicho país indican que existen muchas posibilidades de malentendidos, sobre todo entre los lectores chinos, de modo que voy a intentar exponer el argumento con claridad.

Empecemos por un posible final nada feliz. Cuando las grandes potencias ascienden y caen, existe más peligro de guerra: no hoy ni mañana, sino en cuestión de decenios. Esta proposición no implica ningún juicio de valor sobre la cultura ni el carácter nacional chino. Se limita a reflejar una pauta recurrente en la historia, visible a lo largo de miles de años en muchas regiones y culturas distintas. Puede no ser la potencia en ascenso la que inicie la guerra. Puede ser la potencia en declive, que emprende una agresión defensiva. Incluso puede ser una guerra contra terceros (la transferencia hegemónica de Gran Bretaña a Estados Unidos se produjo mientras ambos luchaban contra la Alemania nazi).

No hay nada remotamente original ni ofensivo en esta línea de pensamiento. La propia idea de "ascenso pacífico", lanzada por un importante pensador del Partido Comunista hace unos años, se basaba en ese mismo análisis: que, históricamente, los ascensos de las naciones, muchas veces, no han sido pacíficos (el término preferido oficialmente hoy es desarrollo pacífico, pero ascenso pacífico implica un análisis mucho más preciso). Por tanto, ése es el riesgo a largo plazo: la guerra. Pero la oportunidad a largo plazo también es enorme: imaginemos a una quinta parte de la humanidad organizada en un solo Estado moderno y próspero, que desempeñe un papel constructivo en un sistema internacional de cooperación y aborde retos internacionales como el calentamiento global que nos amenaza a todos. Es decir, lo que está en juego es muchísimo, para bien o para mal.

Dejemos clara una cosa: lo que haga China, la posibilidad de que siga ascendiendo y, en tal caso, cómo lo haga, es algo que depende principalmente de los chinos: desde el punto de vista legal, porque son un Estado soberano; desde el punto de vista moral, porque los pueblos tienen derecho a crear su propio destino, y desde el punto de vista práctico, porque la capacidad ajena de influir en la evolución de un país tan grande y autorreferente es limitada. Limitada, pero no nula, ni mucho menos. No estamos en el siglo XVII. Las perspectivas de la economía china para 2009 dependen directamente de lo que suceda en los mercados americanos y europeos a los que llegan sus exportaciones. Así que los que no somos chinos no sólo nos jugamos mucho, sino que podemos hacer algo al respecto.

Por ese motivo he elaborado esta lista de cuatro claves para el ascenso pacífico de China y he asignado a cada elemento un cálculo aproximado del reparto de responsabilidades (RR) entre nosotros. Las dimensiones de un artículo de prensa hacen que mi lista sea necesariamente selectiva y de brevedad telegráfica. La ofrezco con la advertencia de que, en este tema, me fío enormemente de la experiencia de otros y de opiniones de chinos traducidas, por ellos mismos o por otros, al inglés. No obstante, dado que esos expertos y esas voces chinas muestran profundas discrepancias entre ellos, los que somos ajenos tenemos que esforzarnos en escoger entre ellos. En cualquier caso, para provocar un debate, he aquí mis cuatro claves para el ascenso pacífico de China. Agradezco todas las respuestas, por críticas que sean, de lectores que sean expertos en China o, mejor aún, ellos mismos chinos.

1. Evolución interna (RR: China, 90% resto del mundo, 10%). Seguramente, el factor más importante. Lo más interesante de hablar con estudiosos, periodistas y funcionarios chinos es que todos comparten el sentimiento de que el sistema chino está recorriendo un camino largo y apasionante hacia un destino desconocido. Todos mencionan, como componentes de la mezcla, el imperio de la ley, una mejor forma de gobernar y ciertos elementos de democracia (aunque no una democracia liberal plena al estilo de Occidente). La diversidad de provincias y ciudades -comprendida Hong Kong e, indirectamente, incluso Taiwán- ofrece oportunidades de experimentación. A diferencia de Estados Unidos y Gran Bretaña, se cuenta con que de aquí a 30 años, el sistema político será cualitativamente distinto al que existe hoy. Nadie sabe cómo será.

Creo que los que vivimos en el resto del mundo y creemos en las virtudes de la democracia liberal deberíamos responder más o menos así: "Os deseamos la mejor suerte en este viaje. Si pensáis que podréis aprender algo útil de nuestra experiencia -la transferencia de tecnología en el arte de gobernar, por así decir-, estaremos encantados. Creemos que al final acabaréis viendo que la democracia liberal es la mejor forma de gobernar un país, pero damos la bienvenida a esta competencia ideológica. Si podéis dar con un sistema distinto que satisfaga de forma duradera las aspiraciones de vuestro pueblo, lo recibiremos con fascinación y respeto. Si no, nosotros también sufriremos las consecuencias negativas".

2. La relación especial entre Estados Unidos y China (RR: Estados Unidos, 65%; China, 35%). En los últimos meses he defendido tanto en China como en Estados Unidos que es preciso reforzar la relación entre China y la Unión Europea hasta hacerla equiparable a la que existe entre Estados Unidos y China. En los dos países me han mandado a paseo. Ambos están convencidos de que su relación es muy especial. Muy bien: pues allá vosotros.

La mayor parte de responsabilidad debe corresponder al Estado que tiene actualmente más poder (de ahí el 65-35). A partir de lo que ya existe, Obama debería proponer a Pekín una asociación estratégica, empezando por unas cuantas prioridades como el cambio climático y la proliferación nuclear. Por su parte, China tiene que superar su paradigma actual, que es (parodiándolo ligeramente) "lo que nos importa a nosotros en el mundo es lo que beneficia nuestro desarrollo interno, y lo que es bueno para nuestro desarrollo interno será bueno para el mundo".

3. Del G-8 al G-14 (RR: Occidente, 70%; China, 30%). Por tentador que pueda ser para algunos chinos -"¿qué tal un G-2?", me bromeó un especialista en Shanghai-, es evidente que la diarquía chino-estadounidense no puede funcionar por sí sola. La decisión de pasar del G-8 al G-14 (o algo aproximado) debería tomarse ya en la cumbre del G-8 que se celebrará en Italia en 2009. Pero "del G-8 al G-14" es una forma abreviada de expresar también otras formas en las que debemos dar a China un papel más importante en las estructuras de gobierno mundial, incluidas las instituciones financieras internacionales.

Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. De nuevo parodiando ligeramente, podríamos decir que Occidente quiere que China asuma más responsabilidad sin darle más poder, mientras que China quiere más poder sin asumir más responsabilidad. Tendremos que encontrarnos en algún punto a mitad de camino.

4. Un profundo diálogo cultural y social (RR: 50-50). El traspaso pacífico de poder de Gran Bretaña a Estados Unidos se vio facilitado por el hecho de que eran dos países que tenían la máxima proximidad cultural posible. Los británicos y los estadounidenses hablan el mismo idioma, más o menos. Estados Unidos y China -Occidente en su conjunto y China- son muy distintos desde el punto de vista cultural. No hablan el mismo idioma.

Por consiguiente, la comprensión mutua exige un esfuerzo mayor. China está empleando parte de sus reservas de divisas extranjeras para enviar a sus estudiantes a universidades norteamericanas y británicas; nosotros debemos utilizar nuestros recursos para acogerlos como es debido y enviar a más estudiantes nuestros allí, con la necesaria formación lingüística. Nuestros periódicos deben informar sobre China con tanto detalle como sobre Estados Unidos. Debemos fomentar los intercambios entre personas a escala masiva y aprovechar las posibilidades de Internet. Para que haya entendimiento, lo mejor sigue siendo el contacto personal; pero hoy no necesitamos reunirnos para empezar a hablar.

 

Fuente:

http://www.elpais.com/articulo/panorama/ascenso/pacifico/China/elpepusocdgm/20081221elpdmgpan_1/Tes

China también luchará contra los pirtas somalíes

China ha anunciado este sábado el envío de dos destructores y una nave de apoyo a las aguas cercanas a Somalia para combatir a la piratería. Los buques saldrán de Sanya, en el sur de la provincia de Hainan, el próximo 26 de diciembre con destino a las aguas del golfo de Aden. Se trata de la primera vez que China participar en una operación del estilo.

En las aguas del golfo de Aden ya operan buques de la OTAN para luchar contra la los piratas, que proceden en su mayor parte de las costas de Somalia. También lo hacen las armadas de países como Rusia o India.

"Los buques chinos van a seguir estrictamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las leyes internacionales. Están dispuestos a trabajar con otros países y a ser parte de labores de ayuda humanitaria", ha declarado el portavoz del ministerio de Exteriores chino, Liu Jianchao.

Pekín reacciona así para estar presente en un operativo que intenta asegurar una de las rutas marítimas claves para el comercio internacional, incluidas manufacturas que se producen en China. El anuncio llega también después de que el pasado miércoles la fuerza multilateral liberase al pesquero de bandera china Zhenhua 4 . Según los datos alarmantes proporcionados por Liu Jinachao, el 20% de los buques chinos que han pasado por las aguas somalíes han tenido incidentes con los piratas que operan en las aguas cercanas a Somalia.

La presencia de China en esta fuerza multinacional supone una novedad, ya que Pekín es tradicionalmente reacio a mandar tropas lejos de sus fronteras. Desde la capital china se ha insistido en que las embarcaciones trabajarán en un operativo conjunto. "Vamos a continuar trabajando con las fuerzas armadas de otros países para mejorar en varios campos incluyendo la salvaguarda de las rutas marítimas internacionales y aumentar las acciones conjuntas contra nuevos retos y amenazas", dice un comunicado del ministerio de Defensa chino difundido por la agencia Xinhua.

China y Costa Rica negociarán TLC

Los presidentes de China y Costa Rica anunciaron el lunes el lanzamiento de negociaciones a partir del 19 de enero del 2009 para un acuerdo comercial entre las dos naciones.

El gobernante chino Hu Jintao, de visita en esta capital desde el domingo, expresó que "China está dispuesta a incrementar los contactos con Costa Rica, tenemos la voluntad de aumentar la importación de bienes de Costa Rica y damos la bienvenida a las empresas costarricenses para que exploren el mercado chino''.

"El presidente Arias y yo coincidimos en iniciar las negociaciones para el tratado comercial'', destacó Hu en una breve declaración a la prensa tras presenciar junto a su colega Oscar Arias la suscripción de al menos 11 convenios de cooperación entre entidades de ambos países.

En una rueda de prensa posterior, el mandatario costarricense calificó como "muy importantes'' las conversaciones para alcanzar un acuerdo comercial, al recordar que China es actualmente el segundo socio comercial de Costa Rica.

"Espero que una vez negociado, nuestro Congreso no se tome cuatro años para aprobarlo'', expresó Arias en referencia al periodo que tardó el legislativo en dar trámite al tratado comercial con Estados Unidos.

El ministro de Comercio Exterior costarricense, Marco Vinicio Ruiz, detalló que la primera ronda de negociación se efectuará el 19 de enero en San José y estimó que necesitarán entre seis y ocho citas para completar el proceso antes de que finalice la administración Arias, en mayo de 2010.

"Ya tenemos un año de trabajo analizando el tema y sabemos que habrán muchos sectores beneficiados, sobre todo en acceso para productos agrícolas y cárnicos, además que un acuerdo de este tipo fortalece la parte institucional'', dijo Ruiz.

Costa Rica exportó el año pasado bienes a China por 848 millones de dólares, de los cuales un 94% estuvo representado por productos de la multinacional Intel, en tanto importó desde la nación asiática por un monto de 763 millones de dólares, para un saldo favorable de poco más de 85 millones de dólares.

Un estudio de factibilidad que los dos países elaboraron para conocer la posibilidad de negociar el tratado encontró que para el caso costarricense, las ventas aumentarían entre un 5% a un 11% con posibilidades sobre todo para productos como manufacturas de cuero, café, frutas, plantas, mermeladas y catéteres.

Entre los convenios suscritos se incluyó uno entre la Refinadora Costarricense de Petróleo y la China National Petroleum Corporation para modernizar las operaciones de la firma local, así como otro entre la Universidad de Costa Rica y el Central Instituto Confusio para abrir una sede de esa casa de estudios.

También dos acuerdos de cooperación en ciencia y tecnología, junto a otros dos sobre cooperación financiera del Banco Nacional de Desarrollo de China con los bancos estatales Banco de Costa Rica y Banco Nacional. El segundo obtendrá una línea de crédito por 40 millones de dólares.

El canciller Bruno Stagno añadió que mediante otro convenio donarán 38 millones de dólares para que Costa Rica construya un nuevo estadio nacional.

Costa Rica es el único país de Centroamérica que tiene relaciones diplomáticas con China luego que en junio del año pasado la nación centroamericana rompiera relaciones con Taiwán para entablarlas con el gigante asiático.

Hu llegó a Costa Rica el domingo procedente de Washington y tiene previsto partir el lunes en la tarde hacia La Habana para continuar su gira que también lo llevará a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en la capital de Perú.

 

Huevos contaminados

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Otras tres marcas de huevos contaminados con melamina fueron identificados el miércoles y los alarmados consumidores empezaron a evitar su consumo. Un gobierno local admitió que las autoridades se enteraron de la contaminación un mes antes de que la dieran a conocer.

Las autoridades en la ciudad de Hangzhou retiraron una marca producida por una compañía de la provincia de Shanxi. En Hong Kong, el gobierno dijo que exámenes de otras dos marcas hallaron cantidades excesivas de esa sustancia química industrial.

Nadie se enfermó y no estaba en claro inmediatamente cuántas partidas de huevos se retiraron.

El creciente problema ha expuesto la incapacidad de las autoridades chinas de mantener la salubridad alimentaria pese a sus promesas de hacerlo.

En Beijing, las ventas de huevos bajaron al menos un 10% el martes en el mercado mayorista de Xinfadi, importante centro de distribución en la capital, dijo la agencia noticiosa oficial Xinhua.

"Todos tienen miedo de comer huevos ahora. ¿Quién sabe qué otro tipo de comida está afectado?", se preguntó Wen Hu, un ingeniero de computación que vive en Dalian, donde funciona el mayor procesador de huevos de China.

"Todos mis compañeros de trabajo, amigos y familiares, y no solamente los de Dalian, han dejado de comer huevos", afirmó. "Es una de esas cosas que es mejor prevenir que curar".

La semana pasada, los huevos producidos por el Grupo Hanwei Enterprise de Dalian fueron retirados de algunos almacenes después que los reguladores de Hong Kong hallaron niveles excesivos de melamina. En su cibersitio dijo que además los productos son exportados a Japón y países en el sudeste de Asia.

         Pero, la pregunta que recorre las calles es muy sencilla, ¿Cómo se puede contaminar los huevos sin que las gallinas estén contaminadas?

         La gente tiene miedo de los productos que se pueden comer y los que no pero ¿Cuál es la solución? Visto desde dentro del país tienes miedo por si algo esta contaminado, pero absolutamente nadie te garantiza que algo no lo este, así que comemos de todo y ya esta, porque si la psicosis se apodera de la gente, acabaremos bebiendo solo agua y HERVIDA como dice mi profesora de Kouyu, ¿Cómo es posible que el agua no se ponga mala en una botella de plástico en un año sin llevar conservantes?

La rata de la desgracia

El año de la rata, sólo ha traído desgracias al gran imperio del centro.

 

Desde que se celebró la llegada del año nuevo chino, los desastres se han sucedido uno tras otro. Los tópicos: “hacía más de 30 años que no ocurría algo así…” se suceden en los medios de comunicación para describir los acontecimientos ocurridos en apenas tres meses. En el año que se debía de promocionar las virtudes de China al resto del mundo, se han reflejado todas las debilidades propias de un país, que no hemos de olvidar, esta en vías de desarrollo. Esta paradoja es muy recurrente en la historia china, es muy común designar a posibles sucesores políticos y, todos son conscientes que este apelativo sólo condena a la derrota política.

 

            En primer lugar, las nevadas que asolaron el sureste de China y que dejaron, prácticamente, incomunicado el sur durante más de una semana. En una zona donde la nieve es un fenómeno ajeno, el mes de febrero se convirtió en una pesadilla para los millones de chinos que querían regresar a sus hogares. El balance de muertos, demos gracias, fue reducido pero los daños materiales fueron incontables.

           

            En segundo lugar, la crisis con el Tíbet ha sido recurrente en los últimos meses, debido a la persistencia del gobierno chino por cerrar el Everest y ver la antorcha olímpica cruzando toda la región, los tibetanos aprovecharon para hacer uso “del derecho de protesta” para reclamar los derechos que consideran propios. Estas protestas fueron utilizadas, por la comunidad internacional, para atacar a China antes de la realización de los JJOO. La gran mayoría de países del autodenominado “primer mundo” han atacado la gestión china, que todos ya conocían desde su nominación, en los últimos meses de cara a la apertura de los juegos en agosto de este mismo año.

 

            En tercer lugar, la red ferroviaria, hasta ahora segura, china ha sufrido un grave accidente en el noreste del país justo antes de las vacaciones del primero de mayo. En un país donde el tren es uno de los vehículos de mayor demanda, el cierre temporal de una línea de tren principal trastoca los planes de millones de habitantes.

 

            Por último, y no por ello restándole ni un ápice de importancia, el terremoto de Sichuan ha dejado conmocionado el país, las cifras de muertos aumentan cada hora y aún es pronto para dar cifras finales. Pero por desgracia, nada hace pensar que sea menor a 20000 los fallecidos en el seísmo.

 

            Sólo espero, que estos trágicos sucesos no vuelvan a repetirse y la prosperidad que debía de traer la rata llegue lo antes posible.

China tiene el mayor número de conexíones a la red

China alcanzó a finales del mes de febrero 221 millones de usuarios de internet, con lo que se ha convertido ya oficialmente en el país con más internautas del mundo superando los 215 millones de EE.UU., confirmó el Ministerio chino de Industria de Información a través de la agencia oficial de noticias Xinhua.

La paradoja es que uno de los países del mundo con mayor censura en la red sea el que más internautas tenga. Aún no se ha llegado a colapsar el mercado de nuevas conexiones, edurante el mes de enero y febrero aumento en 15 millones de usuarios. El número de usuarios, implica un 16% de la población, mientras que, la media mundial es de un 20%.

Internet, se ha convertido en China, en el medio de comunicación preferido por los más jóvenes, ya que pese al control estatal de contenidos, es todavía el mejor vehículo para la discusión y expresión de ideas en el país asiático. Aunque el gobierno chino dedica ingéntes recursos, el control total es inviable.

Pero no sólo se utiliza para reivindicar libertades, sino también, para apoyar la políticia gubernamental.  Ha sido a través de los foros chinos donde ha surgido en las últimas semanas, a raíz de las protestas occidentales al paso de la antorcha olímpica por París, Londres y San Francisco, un fuerte sentimiento nacionalista y antioccidental.