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Conflictos territoriales

Bajada de pantalones del gobierno de Sudáfrica

 

 

Sudáfrica prohibió este martes la entrada al país al Dalai Lama, que estaba invitado a una conferencia sobre paz y deporte con varios premios Nobel. Tras la decisión del Gobierno sudafricano, muy bien acogida desde Pekín, la conferencia fue cancelada.

Antes del aplazamiento, dos Premios Nobel de la paz sudafricanos, el ex presidente Frederick de Klerk y el arzobispo protestante Desmond Tutu, habían anunciado que no acudirían al encuentro, lo mismo que el Comité Noruego del Nobel, que otorga el galardón de la Paz, en protesta por la postura del Gobierno sudafricano.

El Gobierno comunicó a los organizadores que para otorgarle el visado al Dalai Lama tendría que haberle avisado antes. "Ahora sabemos por el Gobierno que cada vez que se envía una invitación a un visitante extranjero muy conocido, en función de la visa, el invitado se convierte en un visitante de Estado", reza el comunicado, que añade que "dado que el propósito de la Conferencia es la paz, los organizadores no quieren poner al Comité del Premio Nobel de la Paz en circunstancias que pueden generar conflicto con sus premiados".

Críticas

Para el ex presidente De Klerk, la negativa del Gobierno "constituye una burla al propósito de la Conferencia de Paz y Deporte". Por su parte, el arzobispo Tutu, en una carta al presidente sudafricano, Kgalema Motlanthe, indica que es "una traición total de la historia de nuestra lucha" por la libertad y el respeto a los derechos humanos.

Pekín ha tenido mucho que ver en la decisión de vetar al Dalai Lama tal y como reconoció, Dai Bing, ministro consejero de la Embajada de China en Pretoria en declaraciones al diario local Sunday Independent: "Mi Gobierno ha pedido al de Sudáfrica que no permita la entrada del Dalai Lama si no quiere ver perjudicadas las relaciones bilaterales".

Pese a estas palabras, el portavoz de Exteriores, Ronnie Mamoepa, dijo "no estar al corriente de ninguna petición china" y recalcó que "esta decisión es independiente y soberana".

Agradecimientos

El portavoz de la Presidencia, Thabo Masebe, ha dicho que el Gobierno no quiere al Dalai Lama en Sudáfrica porque su presencia podría "distraer" la atención de la Copa del Mundo de Fútbol 2010, en cuya organización está empeñado el país.

El Gobierno de Pekín expresó hoy su "agradecimiento" al de Pretoria por negar el visado al Dalai Lama y señaló que "todos los países deben respetar la soberanía e integridad territorial de China y oponerse a la independencia del Tíbet", aunque no confirmó si la negativa se debió a sus presiones.

El Dalai Lama ha visitado Sudáfrica en dos ocasiones anteriores: en 1999 para participar en el Parlamento Mundial de las Religiones y en 2004 como invitado de la Fundación para el Patrimonio Cultural Africano.

Las inversiones directas de China en Sudáfrica son de unos 6.000 millones de dólares, mientras que las de Sudáfrica en China ascienden a unos 2.000 millones de dólares, mientras que el flujo comercial entre los dos países supone el 20,8 por ciento del de China con todo el continente africano.

Detenidos un centenar de monjes tibetanos en China tras nuevos choques

A pesar del inexpugnable cordón de seguridad impuesto por el Gobierno chino en el Tíbet y las provincias de los alrededores, han vuelto a estallar nuevos disturbios que podrían encender la mecha de una violenta revuelta como la ocurrida el año pasado en la capital regional del Tíbet, Lhasa, tras varios días de protestas pacíficas de monjes budistas.

Según confirmó ayer la agencia estatal de noticias Xinhua, casi un centenar de monjes budistas fueron arrestados en Ragya, en la provincia occidental de Qinghai, por un oscuro incidente tras la desaparición de otro religioso de 25 años llamado Tashi Sangpo. Este fue detenido el viernes por haber cambiado la bandera nacional china por la tibetana el pasado 10 de marzo, coincidiendo con el 50 aniversario de la rebelión fallida en Lhasa que provocó la huida del Dalai Lama a la India.

Los problemas en Ragya, en la prefectura tibetana de Golog, comenzaron el sábado cuando empezaron a circular rumores de que el monje se había ahogado en el río Amarillo, a su paso por la localidad. A tenor de los medios tibetanos en el exilio, como el portal de internet www.phayul.com, el monje pudo haberse suicidado para librarse del interrogatorio o bien ser arrojado al agua por la propia Policía.

 

Versión oficial

 

La versión oficial es que el detenido huyó aprovechando «un permiso para ir al servicio» y se lanzó al río, pero su cuerpo aún no ha sido encontrado. Con independencia del verdadero motivo, la desaparición del monje despertó la ira de unos 2.000 tibetanos, que atacaron la comisaría de Policía.

Aunque las autoridades negaron su responsabilidad en la desaparición e insistieron en que los alborotadores habían sido «engañados por falsos rumores», los disturbios provocaron heridas a varios agentes y destrozos en el edificio.

Según Xinhua, seis personas fueron detenidas tras el incidente y otras 89 se entregaron, de las cuales todos son monjes menos dos. La tensión continúa en la zona.

Pekín planea un moderno rediseño de la capital tibetana

      Pekín quiere convertir Lhasa, la capital tibetana, en una "ciudad moderna, próspera, armoniosa y ecológica" en 2020. El ambicioso plan urbanístico aprobado esta semana por el Gobierno chino prevé una reducción del número de residentes de la ciudad, que ha multiplicado por once su población en medio siglo, y fuertes inversiones para el desarrollo económico y medioambiental. Es una de las medias que aplica el gobierno de Pekín para comprar el respaldo de la población local.

El rediseño anunciado por Pekín promete "prestar una atención especial a la protección de lugares de interés histórico y cultural", pero el Dalai Lama y el Gobierno en el exilio lo ponen en duda. Para ellos, la ocupación china de Tíbet y la migración de decenas de miles de chinos de etnia Han a Lhasa han puesto "en peligro de extinción" la cultura tibetana tradicional.  El concepto de “prestar una atención especial” podría definirse como mantener un “circo de las minorías étnicas del país” que la gente pueda visitar.

El Dalai Lama no rechaza la modernización. Gran parte de la población disfruta actualmente de las ventajas que han traído las inversiones millonarias del Gobierno, desde los centros comerciales a las escuelas públicas.

Educación patriótica

Sin embargo, el líder espiritual teme que el rediseño planeado por Pekín acentúe la discriminación religiosa y cultural de los tibetanos: en las escuelas, por ejemplo, el lenguaje autóctono está discriminado en favor del mandarín, idioma necesario para poder acceder a estudios superiores o para encontrar un trabajo, y los alumnos son sometidos a un programa educativo patriótico, controlado por Pekín.

El presidente chino, Hu Jintao, ha hecho un llamamiento público para crear una Gran Muralla de estabilidad en Tíbet y el resto de las regiones tibetanas, donde se han producido varios incidentes en los últimos meses.

Una comisaría bombardeada

El más reciente ocurrió ayer, día en el que se conmemoraba el 50 aniversario de la huida del Dalai Lama a India tras el levantamiento fallido contra la ocupación china. Una comisaría de Policía de Ganze, en la provincia de Sichuan fronteriza con Tíbet fue bombardeada a primera hora sin provocar heridos . Aunque las autoridades locales calificaron de "poco grave" el incidente, la bomba volvió a disparar la tensión.

Ganze albergó algunas de las protestas más violentas de las revueltas tibetanas que estallaron en Lhasa el 14 de marzo y meses más tarde, un monje intentó autoinmolarse en un monasterio en protesta por la represión.         

El Gobierno chino mantiene un gran despliegue de patrullas militares en toda la región desde el terremoto de Sichuan, con el fin de reprimir cualquier intento de revuelta en fechas tan sensibles. Hay controles policiales en todas las carreteras y la población tibetana teme a hablar por miedo a represalias.

China aumenta un 15% su presupuesto militar con el fin de modernizar el Ejército

China prosigue su esfuerzo para modernizar el Ejército e incrementar el poderío militar. Pekín ha aumentado un 14,9% el presupuesto de Defensa para 2009 respecto al de 2008, hasta alcanzar 480.686 millones de yuanes (55.950 millones de euros), según anunció ayer Li Zhaoxing, portavoz de la Asamblea Popular Nacional (APN), cuya sesión anual comienza hoy en la capital china. El Gobierno, como es habitual, no proporcionó la cifra del gasto real del pasado ejercicio.

El presupuesto ha crecido una media del 16,2% anual entre 1999 y 2008, según el último libro blanco de Defensa, publicado en enero por Pekín. Sin embargo, EE UU y expertos extranjeros creen que el gasto militar es hasta tres veces superior al anunciado oficialmente. Además, aseguran que es difícil saber qué está incluido realmente en las cifras dadas.

Li afirmó que el dinero será destinado, principalmente, a la mejora de las condiciones económicas de la tropa (unos 2,3 millones de soldados), equipamiento e instalaciones que permitan al país defenderse en la era de la tecnología de la información. "El aumento del gasto para este año es modesto", señaló.

Washington, Tokio y otras capitales han manifestado su preocupación desde hace tiempo por el reforzamiento de la estructura militar china y lo que consideran la falta de transparencia de Pekín. Li, que fue ministro de Exteriores entre 2003 y 2007, replicó que las sospechas están fuera de lugar. "No hay tal cosa como gasto militar secreto en China", dijo, e insistió en que el presupuesto representa tan sólo el 1,4% del producto interior bruto (PIB), frente al 4% en Estados Unidos y el 2% en Francia o Reino Unido.

Li Zhaoxing insistió en que "el limitado poder militar de China será utilizado únicamente para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial". Una declaración que lleva implícita la prioridad absoluta que conceden los dirigentes al mantenimiento de la presión sobre Taiwán para evitar que pueda declarar la independencia. Pekín considera la isla parte irrenunciable de su territorio, aunque ha sido gobernada como país soberano de facto desde que los nacionalistas de Chiang Kai-shek perdieron la guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong, en 1949.

David Sedney, viceasistente de la Secretaría de Defensa estadounidense para Asia oriental, sugirió el sábado pasado que China está adquiriendo una capacidad militar superior a lo que corresponde a sus objetivos estratégicos declarados.

La detención por corrupción del ex presidente Chen conmociona Taiwán

Su imagen, esposado pero con los puños en alto saliendo desafiante de la Fiscalía, amenaza con quebrar la frágil estabilidad de Taiwán, la isla que permanece separada de China desde el final de la guerra civil en 1949 pero cuya soberanía es reclamada por Pekín.

En medio de este enrarecido ambiente político, la detención por corrupción del ex presidente de Taiwán, el independentista Chen Shui-bian, ha vuelto a desatar la tensión en la isla, dividida entre los que apuestan por el acercamiento al continente y los partidarios de la plena soberanía.

Acusado de malversar unos 15 millones de dólares taiwaneses (360.517 euros), blanquear dinero, aceptar sobornos y falsificar documentos oficiales, Chen Shui-bian fue detenido el martes por la noche tras declarar ante el fiscal. Ayer, un juzgado de Taipei ordenó prolongar su arresto antes de ser formalmente imputado, lo que ha llevado a los seguidores de su grupo político, el Partido Democrático Progresista (PDP), a acusar al Gobierno de estar detrás de esta operación judicial.

«Este caso es una persecución política y quieren meterme en la cárcel como un sacrificio para congraciarse con China», criticó el ex presidente taiwanés, que durante sus ocho años de Gobierno fue la «bestia negra» del régimen de Pekín por sus constantes provocaciones independentistas.

Elegido en 2000, este veterano activista de los derechos humanos y las libertades democráticas rompió la hegemonía política del Kuomintang, el partido nacionalista que venía dirigiendo la isla desde que, en 1949, se refugiara en ella el generalísimo Chiang Kai-chek tras perder la guerra civil ante las tropas comunistas de Mao Zedong.

Tras una polémica y ajustada reelección en 2004, en la que jugó un decisivo papel a su favor el oscuro atentado que sufrió el último día de campaña, el segundo mandato de Chen Shui-bian se vio empañado por numerosos casos de corrupción.

En 2006, su cuñado fue condenado a siete años de prisión y su esposa fue acusada de haber desviado 20 millones de dólares taiwaneses (481.289 euros) a unas cuentas bancarias de Suiza que han sido congeladas. Además, tres ayudantes de Chen, un antiguo responsable de Inteligencia, un viceprimer ministro y un titular de Interior fueron arrestados en esta trama, en la que un magnate inmobiliario confesó que había sobornado al ex presidente.

«Misiones diplomáticas»

Acosado por los escándalos, Chen Shui-bian se vio obligado a reconocer que había desviado fondos públicos. Sin embargo, aseguró que no lo había hecho en su propio beneficio, sino para llevar a cabo «misiones diplomáticas secretas», lo que en la práctica equivale a comprar el reconocimiento de otros países para evitar el aislamiento internacional de Taiwán por el auge de China.

El pasado mes de marzo, Chen Shui-bian dejó el poder después de que el candidato del Kuomintang, Ma Ying-jeou, ganara las elecciones presidenciales prometiendo un acercamiento a Pekín que ya se ha materializado en acuerdos comerciales y en la puesta en marcha de comunicaciones y vuelos directos.

Con manifestaciones en Taipei y en su bastión de la ciudad sureña de Kaohsiung, los partidarios de la independencia y del PDP acusan a Ma Ying-jeou de haber auspiciado una auténtica «vendetta» política contra su antecesor, quien incluso exigió ser llevado al hospital tras denunciar que había sido maltratado durante su detención.

Aunque el actual presidente y el fiscal general niegan estas críticas, el siempre provocador Chen Shui-bian sigue aprovechando para llevar la división a Taiwán. Ya veremos a quien favorece más esta medida.

El Dalai Lama abre la vía a una nueva relación con China

 

 

 

 

 

 

ANA GABRIELA ROJAS - Nueva Delhi -

24/11/2008

 

 

China y Taiwán sellan un histórico paquete de acuerdos comerciales Cuatro «pequeñas» zancadas

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Aunque a primera vista podría parecer que los cuatro acuerdos sellados ayer por China y Taiwán afectan más al bolsillo que a la agenda política, lo cierto es que se trata de un gran paso (una zancada) dado en dirección al entendimiento mutuo, a la cooperación... ¿a la reunificación? Sería demasiado prematuro aceptarlo, pero los indicadores recientes hacen pensar que en algún momento en el futuro se llegará a un entendimiento similar al que hay entre HK y China.

 

El presidente de la Asociación de Relaciones a través del Estrecho de Taiwán (ARATS), Chen Yulin, y su colega taiwanés Chiang Pin-kung, presidente de la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho (FIE), es decir, los máximos negociadores por ambas partes, firmaron ayer en Taipei cuatro acuerdos que permitirán estrechar las comunicaciones y potenciar las economías de los dos países.

 

Se trata de la visita más importante llevada a cabo por un alto funcionario del continente a la isla. Una señal del compromiso de Pekín para superar juntos la crisis económica, y del de Taipei para no reavivar las tensiones con China. Un reencuentro, a fin de cuentas, entre hermanos separados.

 

De la importancia dada por China a este viaje baste decir que ha llevado una delegación de más de 60 personas entre funcionarios y empresarios que se entrevistarán con sus colegas de la isla. Además de los cuatro grandes acuerdos, de estas reuniones surgirán muchos otros compromisos bilaterales.

 

Restablecer contactos

 

Nada más llegar al poder el pasado mes de mayo, el actual presidente de Taiwán, el nacionalista Ma Ying-jeou, dio prioridad absoluta al restablecimiento de los contactos con China. No era fácil superar la década de tensiones de su antecesor, el independentista Chen Shui-bian del Partido Democrático Progresista (PDP), pero parece haberlo logrado a pesar de las airadas protestas callejeras de los seguidores del PDP.

 

El pasado 21 de octubre Zhang Mingqing, el «número 2» de los negociadores chinos, viajó a Taiwán para intervenir en un acto académico. En realidad preparaba los acuerdos. Un incidente inesperado, en el que algunos simpatizantes del PDP llegaron a agredirle, hizo que Zhang volviese antes de tiempo a Pekín. Se temió entonces que la negociación pudiera interrumpirse. No ha sido así. Para todos es claro, que la política del WIN- WIN (ambas partes han de ganar) se sobrepondrá a todos los conflictos. En un mundo cada vez más competitivo no tiene sentido intensificar conflictos anquilosados en el tiempo.

Si eres uigur no puedes pilotar

Tres pilotos de una aerolínea china, que pertenecen a la minoría uigur, fueron removidos de sus cargos debido a los hechos de violencia perpetrados por separatistas de la misma etnia.

Según "The Times", los tres pilotos tienen prohibido volar, por lo menos, hasta que se terminen las Olimpíadas, y sólo podrán trabajar en vuelos comerciales que no se dirijan a la provincia separatista de Xinjiang, de mayoría musulmana y uigur, donde se han producido varios ataques aparentemente coordinados para coincidir con los JJ.OO. de Beijing.

 

Bajo mi opinión personal, una cosa es la seguridad, los controles, que durante este mes han sido agotadores en toda la ciudad, aunque garantizo que infructuosos. Cada vez que coges el metro te registran las mochillas, pero nadie mira en tus bolsillos, cada vez que quieres coger un tren o un autobús puedes subir lo que quieras, se ha hecho una campaña que acaba con los mecheros y los aerosoles porque pueden convertirse en un lanza llamas casero, pero solo has de ponerte el desodorante en el bolsillo y las cerillas en el otro.

 

No se puede acusar a unas personas, por ser de una etnia determina, de posibles terroristas. Muchas veces he defendido ciertas políticas china, pero esto es una irresponsabilidad y una flagrante violación de los derechos individuales.

 

La orden contra los tres únicos pilotos uigures de la flota aérea se dio después de que una mujer de la misma etnia evadiera la seguridad del aeropuerto de la capital de Xinjiang y fuera hallada en el baño de un avión que se dirigía a Beijing, con varios tarros llenos de petróleo.

 

El incidente, que sucedió en marzo, fue catalogado por las autoridades chinas como el intento frustrado de un ataque terrorista, señaló "The Times".

 

Cuatro días antes que se iniciaran los Juegos Olímpicos, 16 policías fueron asesinados en Xinjiang cuando dos hombres uigures arremetieron con un camión lanzándoles bombas caseras. Seis días después, quince personas de la misma etnia atacaron varios edificios gubernamentales en la provincia separatista. La semana pasada, un grupo apuñaló fatalmente a tres guardias en uno de los puntos de registro instalados en las carreteras de Xinjiang para mantener la seguridad.