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China lanza un satélite para desarrollar su alternativa al GPS estadounidense

Un cohete propulsor "Larga Marcha 3C" puso en órbita el satélite, tras un lanzamiento que se produjo a las 0.16 hora local de hoy (16.16 GMT de ayer, martes). El sistema COMPASS es desarrollado por China para facilitar servicios de transporte, meteorología, prospecciones petrolíferas, control de incendios, prevención de desastres, telecomunicaciones y seguridad pública, según señalaron sus responsables.

Éstos, citados por Xinhua, destacaron que el sistema sólo facilitará información "de China y regiones vecinas", sin detallar cuáles serán esas áreas. Para su completo desarrollo, China necesita lanzar otros 30 satélites, trabajo que espera completar antes de 2015.

El primer satélite para el sistema COMPASS fue lanzado en abril de 2007. Pese al empeño de China en tener su "GPS propio", el país participa también en el paralelo proyecto europeo Galileo.

La economía china crece a su menor ritmo desde 1992

La economía china sigue castigada por los efectos de la crisis, pero empieza a remontar el bache. El PIB creció un 6,1% en los tres primeros meses respecto al mismo periodo del año anterior, según anunció ayer la Oficina Nacional de Estadísticas. Se trata de la menor tasa de actividad desde que comenzó a registrar los datos trimestrales en 1992, y de un empeoramiento respecto al 6,8% que subió en los tres últimos meses de 2008. La agencia oficial Xinhua dijo que es "la cifra más baja de los últimos 10 años". El porcentaje mínimo al que puede crecer el Imperio del Centro es al 8% para no provocar una desestabilización social.

La ralentización de las exportaciones, por la menor demanda extranjera -en febrero, bajaron un 25,7%, y, en marzo, un 17%-, ha asestado un duro golpe a la tercera potencia económica del mundo, que sigue sin poder compensar con la demanda interna la fuerte dependencia del exterior. "La economía nacional tiene que hacer frente a la presión de la crisis", señaló Li Xiaochao, portavoz del organismo estadístico.

Li aseguró que el descenso de las ventas en el extranjero erosiona los beneficios de las compañías, reduciendo los ingresos del Gobierno y dificultando la creación de empleo. Pero afirmó que un aumento de los créditos bancarios, espoleados por el plan de estímulo por valor de cuatro billones de yuanes (444.800 millones de euros) aprobado en noviembre, ha ayudado a amortiguar la crisis. El índice de precios al consumo cayó un 1,2% en marzo, y un 0,6% en los tres meses. Las ventas minoristas subieron un 14,7% en el trimestre.

"La economía nacional en su conjunto ha mostrado cambios positivos, con un comportamiento mejor de lo esperado", señaló Li, sugiriendo que lo peor puede haber pasado aunque los analistas discrepan de este moderado optimismo.

Cumbre del G-20

China es la gran ganadora de la cumbre del G-20. Pero su premio puede no ser tan bueno como parece. La tercera economía más grande del mundo debería beneficiarse del congreso global del pasado fin de semana más que la mayoría de participantes. Es una vergüenza que las grandes preguntas a resolver en la cita, como de qué manera se debería luchar contra los desequilibrios globales, permanezcan sin respuesta.

El principal trofeo del presidente Hu Jintao es el plan de impulso al comercio global, que incluye 250.000 millones de dólares de financiación a la importación y exportación. Cuando los flujos de comercio global se benefician de medidas, también lo hace China, cuyo gigantesco sistema de exportaciones ha sido duramente golpeado por la crisis financiera. La exportación de productos baratos supone un tercio del crecimiento de China.

Una mejor financiación del comercio no es una panacea. La recesión global es probablemente demasiado profunda como para que China consiga su objetivo de que su PIB crezca un 8%. Pero el nuevo acuerdo debería al menos frenar la corrosión del sistema.

La otra victoria de Hu ha sido conseguir una voz global para China. La reforma del FMI aumentará el peso del voto chino del 3 al 3,7%. Además, China fue una de las pioneras en diseñar los contornos de un mundo posdólar. Cuando Pekín habla, puede que mucho de lo que diga sea palabrería, pero ahora el mundo le escucha.

El G-20 no hizo ningún progreso en el tema global que seguramente importa más a China: conseguir que el comercio global se recupere. China, con su enorme superávit comercial, querría una transición coordinada hacia un mundo más equilibrado. No quiere ni dejar que suba demasiado el yuan, que encarecería sus baratas exportaciones, ni aceptar una caída del dólar. No en vano, tiene un portfolio de 1,4 billones de dólares en activos de los que preocuparse.

Tanto el superávit comercial de China como el déficit de EE UU han estado cayendo. Pero podría tratarse simplemente de efímeros efectos colaterales del crac del comercio global, y no de señales de un reequilibrio duradero.

Así que es poco probable que el G-20 cambie los malos hábitos de China. Pero debería hacer que Hu se sienta más importante. Después de la semana pasada, el mundo puede decirle adiós a la primacía del G-8 y saludar al G-9.

China desbanca a Estados Unidos y se convierte en el mayor mercado automovilístico del mundo

Las ventas de automóviles en China superaron las registradas en Estados Unidos en marzo pasado, por tercer mes consecutivo, con lo que el país asiático se convierte en el primer mercado mundial para la industria de automoción.

Según los datos de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, encargada de diseñar la política macroeconómica del país, los catorce primeros fabricantes vendieron 1,026 millones de automóviles en China en marzo, el 90% de las entregas totales (1,059 millones de unidades).

Mientras, las matriculaciones en EE.UU. sumaron 2,2 millones de unidades en el primer trimestre del año, de las que 857.735 unidades corresponden al mes de marzo, lo que representa una caída interanual del 37%.

China es el mercado automovilístico con mayor potencial en medio del declive global de la industria. Las políticas de estímulo del Gobierno están empezando a hacer efecto, según Huy Yumei, analista de la compañía Sinotrust. Entre las medidas de estímulo a la demanda se incluye la reducción a la mitad de algunas tasas y el anuncio de ayudas económicas para zonas rurales con una dotación de 552 millones de euros para la compra de furgonetas y vehículos de tres ruedas.

¿Crisis o oportunidad?

La crisis financiera originada por las hipotecas basura en Estados Unidos hace ya casi dos años se ha convertido en recesión económica y ha extendido sus tentáculos por todo el planeta. Tanto, que el Fondo Monetario Internacional augura para este año la primera caída de producto interior bruto mundial desde la Segunda Guerra Mundial. Ni siquiera los grandes países emergentes están a salvo de la quema. Es el caso de China, cuyo crecimiento puede dar un frenazo brusco desde su velocidad de crucero del 10% anual a cerca del 6% este año.

En estas condiciones, algunos empresarios otrora interesados en dar el salto hacia esa nueva tierra de las oportunidades se replantearse sus prioridades. No es el caso, desde luego, del Gobierno: el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha renovado el Plan Integral de Desarrollo de Mercados dedicado al país, llamado ahora China Plus 2008-2010, que cuenta con un presupuesto de 745 millones de euros.

La cuantía cobra sentido si se considera que en la llamada fábrica del mundo se encuentran instaladas ya más de 300.000 empresas extranjeras, de las que apenas 600 son españolas. Como explica Jaime Montalvo, director general de Promoción del Icex, la mayoría de ellas están localizadas en el delta del Yangtzé (Shanghai y alrededores) y el golfo de Bohai (Pekín-Tianjin). Sin embargo, Guangdong, en el Delta del río Perla, al sur del país, es la provincia con más empresas extranjeras, y al mismo tiempo, 'la asignatura pendiente de España'. Por su PIB, Guangdong sería la 18 economía del mundo y representa el 40% del superávit comercial y el 20% de la inversión extranjera en el país. El Gobierno central ha lanzado el Plan Nacional de Desarrollo del Río Delta, que pretende hacer de esa zona la más avanzada del país desde el punto de vista tecnológico e industrial.

Oportunidad para ampliar presencia

El próximo 23 de septiembre se celebrará en Cantón, la capital de la región, la sexta feria internacional de la pequeña y mediana empresa (Cismef). Este año, España es el país invitado, y el Icex pretende aprovechar la ocasión para multiplicar la presencia empresarial en la zona.

El director general de la feria, Yang Yang, recuerda que en sus cinco ediciones anteriores Cismef fue visitada por 1.100.000 personas. 'Se trata del mayor recinto ferial de Asia, con 250.000 metros cuadrados de superficie de exposición', explica. Yang sostiene que el plan de estímulo fiscal anunciado por el Partido Comunista, valorado en más de 450.000 millones de dólares y que incluye ingentes proyectos de inversión pública en infraestructuras y deducciones fiscales, 'ofrece oportunidades a las empresas españolas, fundamentalmente en los sectores de automoción, financiero, telecomunicaciones, energías renovables, infraestructuras y promoción de intercambios turísticos'. Respecto a la presencia española en la feria, Yang dice garantizar 'al menos tres reuniones con empresas chinas a cada expositor', como forma de cimentar futuros proyectos conjuntos.

José García Morales, director de Relaciones Institucionales de CEOE, considera que la apuesta española debe tener en cuenta varios ejes: aportación de valor añadido (en forma de diseño o tecnología), ampliación de las zonas geográficas (empezando por el delta del río Perla y siguiendo hacia el interior), ampliación de los sectores prioritarios (hacia logística, biotecnología, gestión hospitalaria, administraciones y, sobre todo, servicios). Respecto a la crisis, el dirigente patronal sostiene que China 'estará entre las primeras zonas en recuperarse'.

Los empresarios apuestan por la zona

Javier Baixas, directivo de la Asociación para la Cooperación Sino Española en Tecnología e Innovación (Cseti), explica que buena parte de la decena larga de empresas que la integran (entre las que se incluyen Hunosa, Infoglobal, Telvent o Prointec) ya ha iniciado su expansión por la zona de Pekín y el norte de China en general. 'Por eso iremos a la feria de Cantón. Queremos estar presentes en Guangdong, que es el mercado más desarrollado y liberalizado del país'. Baixas concede que China pagará la crisis en forma de menores exportaciones, 'pero el plan de reactivación sustituirá parte de ese empuje con demanda interna, y el sector de las infraestructuras va a ser uno de los más beneficiados'.

Patricia Vicente, consultora de iGeo Investment & Consulting, asesora a empresarios españoles interesados en vender o fabricar sus productos en China. Su perspectiva puede aclarar la nueva aproximación española en el entorno de crisis global: 'Lo primero que notamos entre nuestros clientes fueron las dificultades financieras, que llevaron a paralizar o posponer proyectos que ya estaban en marcha. Pero, con el tiempo, se empieza a imponer la visión de que la salida al exterior es imprescindible, dado que el mercado doméstico está parado'.

Ricardo Fernández fue socio de Mundiver, la firma que se hizo con el franquiciado de la cadena Lizarrán en China. Con una inversión de 35 millones de euros, el acuerdo pretendía la apertura de 50 restaurantes. Aunque la franquicia sigue adelante, Mundiver salió de un proyecto que ha quedado en manos de los socios chinos. 'Fue un fracaso, por motivos personales, de estructura y de mercado chino. Pero ya estoy preparando otro proyecto ambicioso en una sociedad nueva. Es fundamental superar los complejos, y vender entre todos la imagen de España en el mercado más complicado del mundo'.

Habrá desaceleración económica, sin duda. Pero los niveles de crecimiento de China seguirán siendo la envidia del mundo (el PIB de la zona euro puede caer un 4% este año, sin ir más lejos), y el plan de estímulo estatal ofrecerá buenas oportunidades en sectores en los que España es un líder global. La toma de posiciones en el gigante emergente, por tanto, no debería detenerse.

La crisis reduce la creación de nuevas empresas en China

El número total de empresas privadas en China a finales de junio de 2008 era de 6,23 millones, lo que supone un crecimiento de sólo el 4% frente a 2007. En 2007 y 2006, la tasa de aumento de empresas privadas se situó respectivamente en un 10,7 y un 15,8 %. Entre 2000 y 2005, el incrementó fue de un 19,6%.

Este declive es consecuencia del aumento de los precios en materias primas, energía y mano de obra, se explicó en el libro. Lo cual no es cierto, porque las materias primas han bajado comparativamente de precio en los mercados internacionales. También ha contribuido al descenso el control más estricto por parte del Gobierno en la utilización de la tierra, la apreciación del yuan (moneda china) y una disminución de las exportaciones. Además, se calcula que tres cuartas partes de las empresas privadas, que pertenecen principalmente al sector manufacturero, al del comercio al por mayor y a la construcción, han registrado un capital de menos de 147.000 dólares (108.000 euros). La única salida que actualmente parece viable, es seguir el camino de la especialización y la mejora de productos.

 

Argentina y China podrán intercambiar divisas por 10.000 millones de dólares

La posibilidad de esta operación, denominada "swap de monedas", fue acordada por el Banco Popular de China y el Banco Central de Argentina (BCRA), señalaron fuentes de esta última entidad.

"A partir de la crisis global y la volatilidad en los mercados, se han celebrado en los últimos meses una serie de iniciativas bilaterales entre diferentes bancos centrales, como un modo de garantizar el acceso a moneda internacional en caso de eventual iliquidez", indicaron las fuentes.

El Banco Popular de China, el cuarto banco central del mundo en importancia, ya tiene acuerdos de este tipo celebrados con los diez países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean).

China, que recientemente planteó la necesidad de sustituir al dólar como principal patrón de reserva internacional, es el segundo socio comercial de Argentina.

Un "swap de monedas" es una operación de canje por el cual cada parte accede a la divisa de la otra, entregando a cambio una suma equivalente en su propia moneda.

En este caso, Argentina "podrá acceder, en caso de considerarse necesario, a un máximo de 70.000 millones de yuanes entregando en contrapartida la suma equivalente en pesos, hasta unos 37.000 millones de pesos aproximadamente", preciaron las fuentes.

Sólo en caso de necesidad

Los portavoces aclararon que se trata de un "acuerdo contingente" porque la transacción de intercambio se efectuará solo en caso de ser necesario.

Para las autoridades argentinas, el yuan es una de las divisas con "mayor potencial de desarrollo y está llamada a jugar un rol significativo en el rediseño actualmente en curso del sistema monetario internacional".

Las fuentes indicaron que el dinamismo económico que ha experimentado China en las últimas tres décadas le ha permitido lograr un elevado superávit en su balanza de pagos, con una importante acumulación de reservas monetarias, la mayor entre las economías emergentes.

"La posibilidad de acceder a una significativa suma de yuanes, entregando pesos argentinos a cambio equivale en la práctica a poder reforzar nuestra posición financiera si se entiende que las circunstancias lo ameritan", añadieron las fuentes.

Bajada de pantalones del gobierno de Sudáfrica

 

 

Sudáfrica prohibió este martes la entrada al país al Dalai Lama, que estaba invitado a una conferencia sobre paz y deporte con varios premios Nobel. Tras la decisión del Gobierno sudafricano, muy bien acogida desde Pekín, la conferencia fue cancelada.

Antes del aplazamiento, dos Premios Nobel de la paz sudafricanos, el ex presidente Frederick de Klerk y el arzobispo protestante Desmond Tutu, habían anunciado que no acudirían al encuentro, lo mismo que el Comité Noruego del Nobel, que otorga el galardón de la Paz, en protesta por la postura del Gobierno sudafricano.

El Gobierno comunicó a los organizadores que para otorgarle el visado al Dalai Lama tendría que haberle avisado antes. "Ahora sabemos por el Gobierno que cada vez que se envía una invitación a un visitante extranjero muy conocido, en función de la visa, el invitado se convierte en un visitante de Estado", reza el comunicado, que añade que "dado que el propósito de la Conferencia es la paz, los organizadores no quieren poner al Comité del Premio Nobel de la Paz en circunstancias que pueden generar conflicto con sus premiados".

Críticas

Para el ex presidente De Klerk, la negativa del Gobierno "constituye una burla al propósito de la Conferencia de Paz y Deporte". Por su parte, el arzobispo Tutu, en una carta al presidente sudafricano, Kgalema Motlanthe, indica que es "una traición total de la historia de nuestra lucha" por la libertad y el respeto a los derechos humanos.

Pekín ha tenido mucho que ver en la decisión de vetar al Dalai Lama tal y como reconoció, Dai Bing, ministro consejero de la Embajada de China en Pretoria en declaraciones al diario local Sunday Independent: "Mi Gobierno ha pedido al de Sudáfrica que no permita la entrada del Dalai Lama si no quiere ver perjudicadas las relaciones bilaterales".

Pese a estas palabras, el portavoz de Exteriores, Ronnie Mamoepa, dijo "no estar al corriente de ninguna petición china" y recalcó que "esta decisión es independiente y soberana".

Agradecimientos

El portavoz de la Presidencia, Thabo Masebe, ha dicho que el Gobierno no quiere al Dalai Lama en Sudáfrica porque su presencia podría "distraer" la atención de la Copa del Mundo de Fútbol 2010, en cuya organización está empeñado el país.

El Gobierno de Pekín expresó hoy su "agradecimiento" al de Pretoria por negar el visado al Dalai Lama y señaló que "todos los países deben respetar la soberanía e integridad territorial de China y oponerse a la independencia del Tíbet", aunque no confirmó si la negativa se debió a sus presiones.

El Dalai Lama ha visitado Sudáfrica en dos ocasiones anteriores: en 1999 para participar en el Parlamento Mundial de las Religiones y en 2004 como invitado de la Fundación para el Patrimonio Cultural Africano.

Las inversiones directas de China en Sudáfrica son de unos 6.000 millones de dólares, mientras que las de Sudáfrica en China ascienden a unos 2.000 millones de dólares, mientras que el flujo comercial entre los dos países supone el 20,8 por ciento del de China con todo el continente africano.