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Derechos humanos

51 medallas de oro y un posible premio Nobel

Adjunto esta noticia del periódico público.

Sin desmerecer para nada los logros de ninguna de las personas mencionadas, es triste que todo acabe convirtiéndose en un juego político, hay que descalificar un país, pues concedamos un premio a quien esta en contra de ese país. ¿Para qué ser ecuánime cuándo se puede ser parcial?

51 medallas de oro y un premio Nobel de la Paz. Éste podría ser el resultado de China después de un año olímpico si un conocido disidente político de este país es galardonado con el prestigioso premio de la Paz, el próximo 10 de octubre.

El Comité Nobel noruego, encargado de atorgar el premio, guarda en secreto la lista de nominados, pero los favoritos de este año son Hu Jia y Gao Zhisheng, dos conocidos activistas pro derechos humanos, encarcelados en su país, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO).

El director de esta organización tiene por costumbre comunicar cada año a la prensa sus especulaciones sobre los ganadores. "Creo que el Nobel de la Paz será para un activista defensor de los derechos humanos", dice Stein Toennesson, director de PRIO, en un comunicado publicado en la web.

La edición de este año coincide con el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La decisión de premiar a un disidente político chino encarcelado serviría para recordar a Pekín la falta de respeto por los derechos humanos, cuando China presume de ser una "potencia pacífica" y de haber organizado "los mejores Juegos Olímpicos de la historia".

Hu Jia, conocido defensor de causas medioambientales y activista en la lucha contra el SIDA, fue condenado el pasado abril a tres años y medio de cárcel por "incitación a la subversión contra el Estado", como la mayoría de disidentes chinos.

Una vana promesa 

El caso de Hu, de 35 años, tuvo gran difusión de la prensa extranjera. Pero ni la presión de la comunidad internacional, ni la llegada inminente de los JJOO, -para los que China se comprometió a mejorar la situación de los derechos humanos-, pudieron evitar su condena. El abogado Gao Zhisheng, encarcelado en septiembre de 2007, se dedicaba a defender a los miembros de Falun Gong, una secta religiosa perseguida en China.

"Espero que el Comité Nobel tome la decisión correcta y no desafíe al propósito original del Premio, ni hiera los sentimientos del pueblo chino", dijo Liu Jianchao, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, el pasado 25 de septiembre.

En China, donde la prensa está censurada, pocos conocen la figura de estos dos activistas de derechos humanos. En el caso de que alguno gane, Gobierno chino recurrirá a los mecanismos de propaganda y censura habituales para ocultar o manipular la importancia del Premio. Pero controlar la información es complicado.

"Si Hu Jia gana el Nobel de la Paz, ayudará a mejorar el progreso de los derechos humanos en China", escribía ayer el periodista y defensor de derechos humanos, Zan Aizong.

Pekín sigue manteniendo una fuerte represión sobre las personas que critican al Gobierno, o son consideradas molestas para el régimen, como escritores, blogueros, abogados o miembros de minorías étnicas.

Teng Biao, conocido defensor de derechos humanos, vio el pasado junio como el Gobierno le suspendía la licencia profesional por liderar a un grupo de abogados que se ofreció a prestar asistencia legal a los tibetanos detenidos durante las revueltas violentas del pasado marzo.

Teng fue autor, junto a Hu, de una carta dirigida a la comunidad internacional para denunciar los abusos de derechos humanos cometidos por el China con la excusa de los JJOO.

Hasta hoy, el único premio Nobel de la Paz que ha conseguido China fue el Dalai Lama, el líder espiritual tibetano, en el exilio.

 

http://www.publico.es/internacional/161842/51/medallas/oro/premio/nobel/paz

Se incrementa el número de suicidios en China

La Asociación China para la Salud Mental afirma que los jóvenes de entre 15 y 34 años son más propensos a morir por suicidio que por cualquier otra causa.

La tasa de suicidios es mayor en el campo que en las ciudades, y es mayor todavía en el caso de las mujeres. El informe fue publicado la víspera del Día Mundial de Prevención del Suicidio, que tuvo lugar el miércoles pasado. En muchos países, la principal causa de mortalidad son los accidentes de tráfico; en China, es el suicidio.

Se han elaborado estudios al respecto, y algunos médicos argumentan que los problemas conyugales pueden ser una causa de suicidio en las zonas rurales en el caso de las mujeres. Sin embargo, el problema no existe sólo en el campo. En la ciudad de Shanghai, tres estudiantes han intentado suicidarse desde que comenzó el curso escolar en septiembre. Otro estudiante de 12 años murió cuando saltó desde la ventana de un sexto piso. Las autoridades de Shanghai han ordenado elaborar cuestionarios de salud para varios miles de alumnos con el fin de evitar más suicidios. Por otra parte, las librerías locales han retirado varias ediciones de libros que trataban asuntos relacionados con el suicidio. Entre ellos, destaca el cómic El libro de los suicidios de los conejitos.

         El modelo japonés de estudio, donde se prima, por encima de todo, la consecución de las mejores notas y alcanzar las mejores universidades del país, ¿podrá exportarse a China?

Nuevo libro de Xin Ran Xue

No se me ocurre mejor manera de explicar su obra que transcribir esta entrevista que realizaron, desde El País, a la escritor Xin Ran Xue, espero que os impacte como a mí.

Xin Ran Xue (Pekín, 1958) tendría pocos motivos para ser optimista con su país: cuando tenía siete años, la Guardia Roja entró en su casa y quemó libros, juguetes y hasta sus trenzas (se las cortaron: un look demasiado capitalista), y sus padres (él hablaba seis idiomas y estaba en una compañía occidental; ella trabajó con los soviéticos) acabaron, con tal currículo, en una cárcel de Mao: 10 años.

 

Aun así, la periodista y escritora, autora de uno de los documentos más estremecedores sobre su país (Nacer mujer en China: las voces silenciadas, editado por Emecé y Edicions 62), opina que "China empieza una nueva larga marcha; en 20 años se ha abierto más que en 5.200; hace falta paciencia, comprensión y una menor tendencia a juzgar por parte de los occidentales".

La dualidad de Xin Ran es total: la blusa oriental contrasta con la media melena y con la única uña pintada de rojo púrpura que lucían sus manos; de esta guisa acudió ayer a Casa Asia de Barcelona, donde pronunció una conferencia sobre la situación de la mujer en su país. De eso sabe mucho: entre 1989 y 1997 dirigió un programa radiofónico, Palabras en la brisa nocturna, donde los oyentes, especialmente féminas, relataban sus problemas.

De algunos de esos casos se alimentó su libro, como el de la mujer que se suicidó bebiendo pesticidas porque sólo daba a luz a niñas. Problemas con las autoridades recomendaron su marcha a Londres, donde reside desde 1997. "Dentro de China conviven el primer y el tercer mundo: la vida de una mujer en Pequín o Shanghai no tiene nada que ver con la de las que viven en el campo; si hablabas de sexo hace 20 años con tus hijos podías ser denunciada, hoy no pasa", comenta, para añadir poco después ante la estupefacción de los que inquieren por la política del hijo único: "China necesita aún un control de natalidad". La aclaración: "El control de natalidad es más laxo en el campo, por lo que hay más hijos sin tutela del Estado; es gente con baja educación, que aportará poco al país. Las mujeres deben controlar su natalidad para lograr una vida de calidad para los suyos y ellas, pero para entenderlo hace falta educación y no obligarlas".

Xin Ran acude dos veces al año a China, donde ultima otro libro: testimonios de 250 personas mayores para reconstruir la memoria histórica sobre la Revolución Cultural. "De eso las generaciones actuales saben poco: apenas tienen media página en sus libros de texto, y la generación que sabe empieza a morirse". Ni su madre quiere saber de sus libros: "No le gustan porque es muy duro para ella entenderlo y abrirse; me dice que las mujeres alemanas tampoco hablaban de sus hijos y el nazismo, pero le respondo que el pasado son las raíces de nuestro futuro".

Partidaria de los Juegos Olímpicos ("los chinos tocarán cultura occidental gratis y con un control estatal escaso"), cree que la información que Occidente maneja de China "es muy vieja". Quizá por ello ha creado la asociación Mothers Bridge of Love para ayudar a los niños de su país adoptados por el mundo para que no pierdan su raíces y a la vez se engarcen con sus nuevas sociedades. Xin Ran tiene nombre de puente.

 

           

           

           

 

Aniversario de Tiananmen

4 de junio de 1989 plaza de Tiananmen, los últimos estudiantes que quedan en la plaza aguardan la llegada del ejército, creen que en ningún caso los militares, burlados durante las últimas semanas, abrirán fuego en la plaza de Tiananmen, cuna de tantos monumentos revolucionarios. Y así fue, aunque las televisiones internacionales difundieron la noticia de que ocurrió una masacre en la plaza los hechos no son ciertos. Aunque parezca una broma, sólo TVE tenía grabado los auténticos acontecimientos ocurridos esa noche. El ejército rodeó la plaza, dejando una única salida libre por donde evacuaron a todos los manifestantes de “forma pacífica”,  fue en las calles adyacentes a Tiananmen donde ocurrieron los enfrentamientos entre el ejército y los manifestantes.

  

            Evidentemente, no voy a ser yo quien defienda los métodos de represión china, pero tampoco puedo dejar que la gente publique siempre las mismas noticias sin realmente tener una idea clara de lo que ocurrió.

 

            En primer lugar, desapruebo todo método de tortura, represión y ajusticiamiento amparado en la ostentación de poder por un gobierno.

 

           Dejando claro este principio, pasemos a explicar lo que ocurrió a grandes rasgos. A la plaza de Tiananmen no se fue, en un principio, a luchar por la democracia ni por los derechos humanos, sino que los problemas que generaron la manifestación fueron de carácter económicos, China pasaba por un periodo de crisis económica severo. La primera reunión fue para alabar las virtudes de un político comunista que había fallecido. En ningún caso para pedir la “tan ansiada democracia occidental” no deseada ni por la mayoría de intelectuales chinos.

 

            Estos primeros planteamientos, tuvieron el apoyo de gran parte de la población, taxistas, obreros y simples ciudadanos se unieron a la protesta.    

 

            La policía, el gobierno incluso el primer ministro intentaron disolver la plaza en reiteradas ocasiones, quisieron evacuar la plaza para evitar el derramamiento de sangre, más de un mes estuvieron jugando al gato y al ratón. Los manifestantes amparados por el despliegue mediático internacional que cubría la visita de Gorbachov creían, erróneamente, que el gobierno nunca se atrevería a actuar con firmeza.

           

            La llegada masiva de más manifestantes de zonas rurales y con mayor espíritu activistas, evitó que las votaciones dentro de la plaza permitieran la evacuación.

           

            Estos factores y muchos más fueron los que confluyeron en el derramamiento de sangre de la noche del 4 de junio. En ningún caso justificada, pero siempre mal explicada y mucho peor interpretada.

           

            Sólo una cosa más quisiera aportar, los líderes revolucionarios que abogaban por la defensa a ultranza de la plaza y por la posibilidad de convertirse en mártires en la nueva China, huyeron en estampida hacía zonas seguras como Taiwán y Hong Kong, con esto sólo quiero demostrar la hipocresía con la que muchas veces se cuentan las historias.

 

            No quiero ser mal interpretado, odio todo tipo de derramamiento de sangre pero, por una vez, me gustaría que se leyera algo un poco diferente.

La policía China rescata a 167 niños esclavos

Noticias como la que adjunto aquí, son las que te hacen ver con vergüenza este país. Y más cuando en la prensa oficial no aparece ni una palabra. Como se conciencia un país si la información no se difunde.

 

          Aún más triste es saber, que esto no es un caso esporádico sino una relación social con raíces muy sólidas.

Este país se divide en dos zonas marcadas claramente. La zona costera desarrollada y la zona interior donde, la población apenas puede subsistir. El trabajo en el campo desde temprana edad es habitual (también lo era en Europa no hace mucho), pero el salto se realiza cuando, para evitar costes de manutención, los padres prefieren enviar a su hijos, por un módico precio, a la ciudad para ser tratados como auténticos esclavos, con horarios de trabajo interminables para su edad y con sueldos que no les permiten hacer nada.

 

China es un país ausente de inmigración laboral, no tiene los problemas que puede acaecer en Europa o en EEUU, pero ya se encarga de explotar a su propia población con el fin de abaratar costes.

 

No es cierto, que el gobierno chino promueva el trabajo infantil, pero en una escala piramidal todos son culpables. Desde los empresarios extranjeros que exigen precios cada vez más económicos para sus productos, pasando por el gobierno que, o no puede o no quiere tomar las medidas de control necesarias, hasta llegar a los empresarios chinos que sólo buscan el enriquecimiento rápido y fácil. Tampoco podemos olvidarnos del papel de los padres, que en algunos casos movidos por la desesperación y otros, por la búsqueda de reducción de problemas, se deshacen de sus hijos.

 

Sin un desarrollo conjunto del país, este tipo de problemas no tiene solución.

Consultar la noticia completa en:

http://www.elpais.com/articulo/internacional/policia/china/rescata/167/ninos/esclavos/elpepuint/20080501elpepiint_8/Tes

Relatos de Harry Wu

El País ha publicado una entrevista a Harry Wu, autor del libro Vientos amargos. Memorias de mis años en el GULAG chino, de próxima publicación en España por Libros de Asteroide.

 

En esta entrevista, Harry Hu, cuenta en rasgos generales cuales son las atrocidades que sufrió durante sus veinte años de reclusión. Evidentemente, hay una percepción sesgada de la realidad, pero no se puede dejar de creer nada de lo que describa.

 

Ahora su vida ha cambiado, reside en EEUU, como tantos otros exiliados, donde ejerce de profesor universitario. Sus propósitos de futuro, solo buscan la felicidad y disfrutar de la vida que no ha podido tener.

 

Recomiendo, a todos aquellos que puedan encontrarlo, la lectura de este libro.

 

 

Consultar la entrevista completa en:

http://www.elpais.com/articulo/internacional/juguetes/chinos/compra/sangre/presos/elpepuint/20080426elpepuint_10/Tes